Identificar una buena cerveza, ¿tan fácil como crees?

Chela, sheve, beīyr̒… No nos hemos vuelto locos ni intentamos mandar ningún mensaje en clave, son las diferentes formas a las que llamar a la bebida más universal y refrescante elaborada a base de cebada: ¡la cerveza!

El 4 de agosto celebramos el Día Mundial de la Cerveza. Ya sea de barril, artesanal o el tradicional ‘botellín’, la cerveza es una de las bebidas más demandadas del verano. Pero a la hora de beberla, ¿sabemos cómo diferenciar una buena cerveza? En el Blog Eat Out te planteamos las preguntas que debes hacerte a la hora de catar una cerveza de calidad:

  1. ¿Te tomarías otra?

Una de las primeras preguntas que tienes que hacerte tras beberte una cerveza es, simplemente, si te tomarías otra. Los expertos evalúan lo que llaman “tomabilidad” de una cerveza al hecho de que el consumidor repita en su elección.

  1. ¿Fría o no tan fría?

Nunca deberás tomarte una cerveza caliente, pero cada tipo tiene un grado de temperatura óptimo al que debe servirse. Las cervezas denominadas ‘lagers’, que tienen un sabor acentuado y que fermentan en condiciones más lentas, se deben servir muy frías –entre los 4° y los 6°-. De 7° a 9° pueden variar las ‘ales’, pues tienen un grado de fermentación muy alto. Las cervezas con mayor graduación alcohólica se toman a más de 10°, pues de esta forma se favorece la destilación del aroma que es retenido por el alcohol.

  1. ¿Cuánta espuma tiene?

La espuma es uno de los elementos más importantes en una buena cerveza. Para ello tendremos que fijarnos en si tiene la cantidad perfecta (unos 3 cm es una buena aproximación), una textura agradable y se mantiene estable aunque pasen varios minutos tras ser servida.

  1. ¿Qué aspecto y olor tiene?

Mucha atención a la ‘tríada de oro’ que identifica una buena cerveza a través de los sentidos de la vista y el olfato: en primer lugar el cuerpo de la cerveza, según sea más ligera o con mayor peso; en segundo, el color, que varía según la cantidad de malta u otros ingredientes empleados en su fabricación (como frutos secos, café, caramelo, frutas…); y finalmente el aroma, que también depende principalmente de la malta utilizada, el lúpulo y las características de la levadura empleada en su fabricación.

  1. Y por supuesto… ¿Qué sabor tiene?

¡Lo más importante! Aquí sobre gustos no hay nada escrito y dependerá, en gran medida, del grado de alcohol y nuestra predilección por los sabores amargos, más suaves o incluso afrutados. A la hora de determinar el sabor de una cerveza, el agua juega un papel fundamental, ya que es su ingrediente principal y los procesos de mineralización o filtrado  determinarán, en gran medida, su sabor. Además, la malta aporta el dulzor de la cerveza, yendo desde la suave y pálida hasta la caramelizada y oscura. Finalmente, el lúpulo le da el toque amargo y el tipo de levadura (según sea ‘ale’ o ‘lager’, como hemos visto antes) le da el aroma más especiado o afrutado.

Teniendo claras todas estas cuestiones podrás ser un especialista en cervezas y saber cuál se adapta más a tus gustos. Empieza por vivir la auténtica experiencia americana en cualquiera de nuestros restaurantes Ribs – True American Barbecue, donde podrás disfrutar de una cerveza bien fría en una auténtica mason jar. ¿A qué esperas? Brinda este verano con sabor a cebada ¡chin, chin!